domingo, 7 de octubre de 2012

"ORGULLO Z" DE JUAN FLAHN

DESCUARTIZAMOS  ORGULLO Z


Aunque esté feo reconocerlo, tengo que admitir que la primera vez que me dispuse a leer algo de Juan Flahn (su primera novela concretamente), lo hice más motivado por el morbo de saber que era capaz de escribir el personaje del que se disfrazaba el último domingo de cada mes, cuando organizaba la ya mítica fiesta de "En Plan Travesti",  que porque pensase que podía ser un buen escritor. La sorpresa, muy grata por cierto, fue descubrir que bajo esa capa de frivolidad en la que se bañaban las primeras páginas de su libro, se escondía un personaje tan rico en matices, que iba creciendo en cada capítulo  y  adquiriendo tanta fuerza, que se te quedaba clavado muy hondo, en algún recóndito lugar de la cabeza y el alma. Aun hoy, después de casi dos años de haberla leído, y aun a sabiendas que puedo resultar algo cursi, admito que sigo revisando algunos de los pasajes con los que me siento especialmente identificado.
Recuerdo que en cuanto acabé la novela, y a pesar de no haber sido nunca amigos íntimos, le envié un mail al autor dándole mi más sincera enhorabuena porque me parecía que había escrito un libro maravilloso y sobre todo, porque con la "bofetada sin mano" que me había dado, había conseguido espantar de un solo golpe muchos de los prejuicios que sobre él tenía.





Orgullo Z, la nueva novela de Juan Flahn, que está publicada por la editorial Stonewall, es como uno de esos zombies que habitan sus páginas, ya que sufre las mismas mutaciones. Al principio pasa desapercibido entre la marabunta.  Parece otro libro más sobre zombies de los que tantos hay en este momento pululando por las librerías y escaparates. Pero cuando te sumerges en la historia, te das cuenta que algo sucede. Al principios no sabes que es, igual que  le ocurre a esas personas que comienzan a transformarse. Cuando te das cuenta de lo que pasa es demasiado tarde, como cuando te muerde una de esas criaturas. Ya no hay marcha atrás, te ha atrapado. Nadie puede parar lo que se le viene encima.
Podemos descomponer la historia de la misma forma en que lo hacen los huesos y la piel de los zombies que en ella conviven, y en este caso no es porque estén podridos como esa carne, sino porque está formada por muchas más "capas" de las que en un primer momento podemos apreciar. Juan Flahn además de director de cine es guionista, y eso se nota en cada una de las líneas que escribe en cada una de las páginas que dan forma a su pequeño vástago. La forma en que narra la historia te aprieta el estómago y te deja respirar muy bajito, como para no hacer ruido, tal vez por miedo a que uno de esos personajes que casi consiguen salirse del libro, pueda atacarte. Juan no escribe palabras, dibuja escenas. Y es capaz de meter varios géneros en una chistera y como si de un mago se tratase, mezclarlos todos sin que rechinen, y sacar del sombrero  una fantástica historia que brilla en todo momento por su ritmo, su tensión y hasta puede que por la ternura que te provocan determinadas situaciones o personajes. No nos engañemos, esto no es magia, se llama trabajo. Trabajo bien hecho.
 La estructura que sigue a la hora de contar la historia es tan visual, que hay momentos en los que dudas si estás leyendo un libro o viendo una película en pantalla grande. Otra cosa que hace de cine (por seguir con la idea de la pantalla y el guionista), es darle vida a unos protagonistas que a priori, me parecían un tanto estereotipados. El arco de los personajes es tan brutal que consigue que tengan credibilidad en cualquier momento y en cualquier situación. Es fascinante poder observar desde fuera la forma en que los protagonistas evolucionan y maduran ante lo que les viene encima. La pluma de Juan Flahn es como una de las cámaras de Gran Hermano que siempre ágil, busca que es exactamente lo que queremos ver. Y para demostrarlo, no tiene problema alguno en cambiar el género o el número de la historia, si con ello consigue crear un nuevo efecto, o darle un giro inesperado para volver a sorprendernos.
Creo que después de esto, y sin obviar la maravillosa portada que ha diseñado Iván García para el libro, que refleja a la perfección el argumento de la historia, no me equivoco al decir que con esta novela Juan no solo supera las expectativas que muchos nos habíamos creado ante su libro, sino que afianza su sitio en el panorama literario como uno de los mejores escritores que tenemos ahora mismo en nuestro país. Si yo tuviese una editorial, sin duda,  me plantearía publicar alguna de sus novelas o de sus obras de teatro.
















1 comentario:

  1. Como dices, si su primera novela de dejo cao (o se escribe K.O.?) con ese protagonista casi mutante... ahora los zombis (o se escribe zombies?).. sus personajes no mutan, se transforman y tu con ellos.. aunque el final para unos cerrados, para mi se queda a abierto. Y ya me gustaría una segunda parte....
    P.D. Se escribe K.O., el Cao, es un ave carnivora....

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